SIERRA NEVADA. LA MONTAÑA MAGICA

El Picón de Jérez desde Charches

Sierra Nevada es una enorme mole de piedra  con picos de más de 3000 m de altitud situada al Sur de Granada y a 50 km al N del mar mediterráneo. Es una isla, en el sentido de que está totalmente aislada de sitios semejantes por el mar o por tierras bajas, tan distintas. Montañas de altitud similar como los Pirineos y el Atlas están lejísimos, a 1000 km. Así que como todas las islas está llena de especies endémicas. Además, como está a una latitud relativamente baja es riquísima en especies. Una joya que ha llamado la atención a los naturalistas desde muy temprano. A finales del siglo XVIII Simón de Rojas Clemente hizo aquí el primer estudio ecológico moderno con una beca que le dio Godoy. Estudió el gradiente altitudinal, midiendo el clima, la vegetación y la fauna, amén de los cultivos en parcelas a lo largo de un transecto desde la base de la montaña hasta la cima ¡Antes que Humboldt! Como se ve, ya desde antiguo en este país cuando se subvenciona la ciencia se obtienen excelentes resultados, como ya les conté en otra ocasión (aquí).

Sierra Nevada es el sitio ideal para monitorizar el cambio climático y sus efectos en los ecosistemas, ya que las montañas son muy sensibles a los cambios en la temperatura planetaria. Cuando baja la temperatura se cubren de nieve y se hacen hostiles a la vida, mientras que cuando sube dejan de serlo. Además, este efecto se va atenuando conforme descendemos a las tierras bajas, con lo que tenemos una representación en chiquitito de los efectos del cambio climático en sitios con diferentes temperaturas. Otra ventaja que tienen es que suelen estar poco pobladas, con lo que la actividad humana enmascara los cambios menos que en otros sitios mas modificados. Pero es que además la zona ha estado habitada desde antiguo, con lo que la huella del hombre también está presente. Esto significa que también se pueden monitorizar los efectos que tienen los cambios sociales sobre los ecosistemas de su entorno. Vamos, que es un sitio perfecto para establecer un estudio de los ecosistemas a largo plazo (LTER).

Y eso es lo que ha ocurrido. Los organismos responsables de la conservación de la Unión Europea, Parques nacionales y la Consejería de medio Ambiente de la Junta de Andalucía se han puesto de acuerdo para mantener aquí un programa de seguimiento a largo plazo, coordinado dentro de la red LTER. Y ya se están obteniendo resultados, como nos muestran sus investigadores en este artículo publicado en el último número de la revista ECOSISTEMAS. ¿Qué nos cuentan?

Lo primero que han visto es que desde 1960 hasta ahora las temperaturas máximas y mínimas han subido, sobre todo las mínimas. Y llueve menos, especialmente en la parte occidental. Lógicamente ahora la nieve dura menos tiempo, y esto se nota más a mayor altitud. Pues esto le ha venido estupendamente a los robledales, que con menos nieve y más calorcito producen más, sobre todo los de la parte occidental. Es que en estas condiciones tan extremas están más limitados por la temperatura que por el agua, así que aunque llueva menos el que haga mas calor compensa con creces. Claro que a las especies relictas de la última edad glaciar, con muchas endémicas, no les hará tanta gracia. No sabemos si llegarán a extinguirse si la cosa sigue calentándose, porque extinguirse lleva su tiempo y lo mismo entretanto las cosas cambian. El futuro es imprevisible.

Otra cosa que han visto es un cambio en el uso de la tierra bastante acusado. Desde el siglo XVIII el área está perdiendo población y superficie de cultivos. Y como ha ocurrido en todos los países desarrollados, el abandono se ha acelerado en el último medio siglo, cuando casi la mitad de la superficie ha cambiado de uso. Los cultivos y la ganadería extensiva se han ido perdiendo y como resultado la naturaleza salvaje ha ocupado su lugar. Los matorrales se han metido en los campos y los bosques se han hecho más densos. También ha aumentado la superficie boscosa; no de forma natural (no ha dado tiempo) sino por plantación de pinos. Y esto ha repercutido y mucho en la comunidad de aves, que ha cambiado una barbaridad desde los años 80 hasta ahora. Las cumbres es lo que menos ha variado, y lo que mas los robledales, que ahora tiene aves de bosques mas cerrados. Y las especies que antes estaban en zonas bajas están empezando a subir a las cumbres. Cosas del calentamiento.

En estos últimos 20 años la población ha ido disminuyendo y envejeciendo, como ha ocurrido en todas las zonas de montaña de los países desarrollados, pero la que ha quedado vive muchísimo mejor que hace 20 años, cosa que también ha ocurrido en todos los pueblos de Andalucía. Lo curioso es que parece que los pueblos de Sierra Nevada englobados dentro del parque natural han mejorado más que pueblos equivalentes fuera del parque. Es posible que la creación del parque haya compensado la pérdida de la economía agroganadera tradicional a través de otros modos de vida como el turismo.

¿Qué pasará en el futuro? Si sigue la tendencia actual Sierra Nevada se convertirá en una montaña cada vez más despoblada, mas salvaje y menos nevada, pero esto nunca se sabe, porque la vida da muchas vueltas y siempre ocurre lo inesperado.

 

Rocío Fernández Alés

Expresidente de la AEET

 

 

Pérez-Luque, J.A., Bonet, F.J., Zamora, R., Bara-Azcón, J.M., Aspizua, R., Sánchez-Gutiérrez, F.J.( 2016). Señales del cambio global en el sitio LTER-Sierra Nevada. Ecosistemas 25(1): 65-71.

One thought on “SIERRA NEVADA. LA MONTAÑA MAGICA

  1. En efecto, “eso nunca se sabe”, pero la única manera de intentar, sólo intentar, preveer el futuro es monitorizar el presente y datar y observar cuidadosamente el pasado, y establecer tendencias’ (que pueden variar como saben los econometras)

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